Claudia Parlagreco, campeona argentina
de natación y profesora de educación física, dice que lo que aprendió en el deporte le sirvió en todos los órdenes de su vida.
“Como el colegio, el deporte también tiene su formación: respetar al adversario, ver en que uno está fallando y aprender
de los propios errores. Aquél que hace deportes ve las cosas más claras y puede resolver situaciones problemáticas más fácilmente,
porque en el juego lo hace continuamente”.
Los médicos y los especialistas en educación, sugieren empezar
la práctica de un deporte a los siete u ocho años de edad. “Antes, su sistema nervioso no está lo suficientemente maduro”,
explica Parlagreco. Pero el trabajo motriz y de reconocimiento del espacio empieza mucho antes.
Por eso, recomienda llevar a los chicos al club desde la más
temprana edad. “Para que estén socialmente conectados y puedan investigar qué pueden hacer con su cuerpo”.
Parlagreco coordina el Centro de Orientación y Formación Deportiva
del Club Ciudad de Buenos Aires. Tiene a su cargo las escuelas deportivas para chicos de 6 a 12 años y el Centro de Orientación,
una actividad recreativa pre-deportiva para chicos desde los 2 años.
En las escuelas los chicos aprenden las técnicas específicas
de cada deporte y cómo aprovechar los movimientos para obtener mejores resultados. La actividad del Centro de Orientación,
en cambio, consiste en un muestreo general de los diferentes deportes sin profundizar en la técnica. “El enfoque es
recreativo- dice la profesora-, aunque sin dejar de lado la parte deportiva.”
Ella opina que no conviene practicar un deporte “seriamente”
antes de los diez años. Pero también cree que, a los dos o tres años, los chicos pueden empezar a hacer actividad física.
“De todos modos -aclara-, siempre hay que tener en cuenta cómo se hace. Si el concepto es no presionar y dejarlos hacer
me parece bárbaro. El objetivo de un programa de iniciación deportiva no debería ser sacar campeones sino inculcarles, a través
del juego, el deporte como estilo de vida”
Muchas veces, el acercamiento a la actividad deportiva se hace a través
de un deporte determinado. Ya sea por influencia de los medios de comunicación o por una decisión más vinculada a un deseo
de los padres que al del propio chico.
En el caso del Club Ciudad, según explica la profesora Parlagreco,
“las actividades están organizadas de manera tal que permiten una continuidad para que, a partir de los dos años y por
tiempo indeterminado, los chicos puedan disfrutar de la vida del club”. La idea es que empiecen por el Centro de Orientación,
continúen en la escuela del deporte que elijan y, si lo desean, sigan el camino como deportistas federados. “Los clubes
que tienen equipos federados van a buscar el semillero en las escuelas de cada deporte”, describe Parlagreco.
Compartir una actividad con los padres ayuda a generar el hábito
y los clubes, además de ser un lugar de encuentro social, favorecen el contacto entre el chico y el adulto que practica deportes.
De todos modos, lo importante es que aprendan a dominar su cuerpo en el espacio libre.”Si no tienen la posibilidad de
mandarlo a un club o a una escuela deportiva llévenlos a la plaza -recomienda Parlagreco-, tírenle una pelota, que se trepe
a los árboles, estén al aire libre.” Sea en una escuela.El que les guste, el que quieran. La idea es que se muevan todo
el tiempo que puedan.”